Hija de la vida de la luna
que magnífico tu halo portas
teñida del color de la sangre
de la pasión y del corazón que en el fondo llevas.
Brilla discreta sin opacar lo demás
que tu belleza sea sutileza
y tu aroma perfume de secretos
mientras susurras a los oídos del viento las palabras de un delirio
Princesa consentida entre tantas
Dama preferida de los amores
tiempo atrás te fue entregada una tarea
por un loco ¡Un enamorado!
Y hasta ahora, divina señora,
en tus petalos delicados y tu aire somnoliento
revelas lentamente, sólo al oído de quien debes,
el sentir que te fue confiado con tanto sigilo
Ahora, mi niña querida ¡Yerguete espléndida, magnífica!
como sólo tú eres
y ufánate de que portas
entre esos pétalos de rosa
el color de los placeres
De la sangre del poeta
con que escribe vivas letras.
Del corazón enamorado
que todo por tí lo ha dado.
De la pasión desmedida
que jamás tiene salida.
Del amor, el simple amor
que me inunda el corazón.
Y dile a tus hermanas
la de la blanca pureza y la de solar alegría
que celosas no han de estar, no.
Pues cada una posee su propia belleza.
Pero que ésta poeta
está cegada por Cupido
y no sabe lo que ha escrito
y no pretende corregirlo
Ahora, bella, hermosa
canta con tu dulce vida
los secretos deseos de un corazón
Y no te preocupes, preciosa
por que entre tus grandes tesoros
se encuentra el divino fuego
¡que es el que enciende todo!
sábado, 19 de junio de 2010
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2 comentarios:
Me encanta el poema, hermoso. Nunca dejas de impresionarme
super liindo el poema niña!!
me encanto muy hermoso!!
suerte!"!
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