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jueves, 6 de diciembre de 2012

The Violinist



Tears in the form of notes, blood in the form of music. Both Violin and Violinist; bleeding to life, pouring their souls in every majestic vibrato of strings.  Enchanted, overwhelmed by their own spell. Belonging, bonding, abandoning themselves to each other in a way that I have never seen before, and I will never forget. A way in which you could say that they loved each other passionately and ecstatically, beyond any possibility of human love.

I couldn’t stand that feeling. I don’t remember much of those minutes. I just know that when I recovered my senses I saw her, heard her, wrenching the most ardent note out of her Violin, almost violently. And then she fell to her knees, hugging her friend, her lover; shaking. All her goddess power gone, dissipating in the air. Then she looked at me, directly in the eyes and that killed me. And now I’m here and I’m sure I will never forget her eyes, her feeling. I am certain I will never forget the girl. She and her Violin will haunt my memories for the rest of my days on this earth.

martes, 2 de octubre de 2012

A Cinco Versos




A cinco versos de olvidar tu voz
a diez segundos de olvidar tu risa
los matices tan sagrados de tu amor
el sonido que se escapa tan deprisa


Tus palabras cada vez se alejan más
cómo sombras al albor de la mañana
vuelan raudas, muy deprisa, sin parar
aparentan mis memorias que me engañan


De aquel eco sútil que permanece
amarro mis intentos fantasiosos
de tener un recuerdo permanente
de las últimas palabras de ese otoño


Y al final la vibración desaparece
lentamente me enloquece este silencio
pues su efecto en mi cabeza me estremece
tan terrible, tan extraño, tan intenso


A poco tiempo de un adiós
a cinco versos de distancia
de la bruma de tu voz
del final de mi esperanza.






viernes, 6 de julio de 2012

Músico de Guitarra




Respira, amor mío, y cálmate
A tus amantes las conoces bien
no lo pienses más, siente y lánzate
ellas dos no te van a deshacer

Todo en derredor se desdibuja
Y las sombras adquieren cierta luz
abre esos ojos que me embrujan
déjalos brillar cual mar azul

¿Sientes ya la sangre hervir,
como lava, entre las venas?
ya no es más que decidir
cómo a música te entregas

Mientras que tu otra diosa
por ti aguarda, impaciente
recargada, dulce, hermosa
que la toques suavemente

¡Vive, músico, tanto como puedas!
toma pronto, entre tus manos, tu instrumento
acaricia con tu magia aquellas cuerdas
¡deja a toda la existencia sin aliento!

Haz al Fuego danzar entre tus dedos



viernes, 23 de marzo de 2012

Entreversos de Tango


Para Julián y Gaby.

El tanguero está parado en un lado de la pista. Sombrero puesto, zapatos limpios, preparado para la acción. Se gira y observa a la joven casi con toda la atención del mundo, casi.
La chica esta del otro lado de la pista, el bailarín no le interesa en lo más mínimo. Ella está acomodándose el vestido, los aretes, asegurándose de que sus zapatos soporten bien para cuando encuentre a alguien con quien bailar un poco. Ella también se gira, se da cuenta de que él tanguero la observa, de que él empieza a codiciar tener esa cadencia entre sus brazos. Nota como él ansía poder acariciar su cintura al compás del bandoneón.
El tanguero sonríe a la bailarina, espera que eso la convenza. Siempre le han dicho que tiene una sonrisa encantadora. Da un paso hacía ella con el tempo del primer violín de la pieza. Extiende su mano y le pone energía a su mirada. Está decidido a tomarla y a olvidar el tiempo durante unos minutos. Justo lo que baile con ella. Sin embargo, ella aleja la mirada y para él es como un balde de agua fría. Al parecer la bailarina no es cualquier cosa.
La chica observa al tanguero… interesante. Ve cómo se le acerca, cómo le sonríe, como extiende la mano. Se da cuenta de lo que él espera: él quiere que ella se acerque, que le tome la mano y empiece a bailar con él. ¡Qué sencillo! Pero no se lo va a dejar tan fácil. Ella mira al tanguero con curiosidad y luego le quita la mirada. Aunque ahora sabe que tiene toda su atención. Es necia, pero no tonta, y aprovecha cada tempo musical para provocar al tanguero a acercarse. Sabe que él la está observando, y está decidida a ganar ese duelo.
Él tanguero recobra su aplomo rápidamente. Está dispuesto a ceder un poco en las reglas de ese juego, pues sabe lo que quiere conseguir. Observa a la joven, sus movimientos. Esta cerca de entender la intención de la bailarina, demasiado cerca. Los pies lo traicionan y hacen que se acerque a ella. Una ligera expresión de frustración aparece en su rostro, ahora lo comprende. Casi no le importa acercarse por su cuenta… casi.
La chica siente la mirada del tanguero en su espalda y decide traducir la música con su cuerpo. Flexiones leves, adornos sutiles, no deja de ser increíblemente elegante. Gira sin mirarlo, casi como para seducirse a sí misma. Aunque la verdadera intención es jugar con la mente de aquel que la mira. Con un golpe de la música cae a una pose y se digna a mirar al bailarín de reojo.
El tanguero se da cuenta de cómo esa mirada lo quema, lo invita, prácticamente le exige que se acerque. Su voluntad aún se resiste, aunque ahora parece un fino hilo de seda.
La chica está consciente de que lo tiene casi atrapado… casi. Reflexiona un momento y decide hacer caer al bailarín en su hechizo enmarcando su propio rostro con un movimiento de la mano, más sutil que una caricia de viento.
El tanguero ya no soporta más.
La chica se gira y sonríe para sí. Sabe que ha ganado.
De pronto la tanguera siente las manos del chico, una en su cintura la otra en su brazo. Y toma valor para enfrentarlo. Después de todo, alguien a quien ha torturado unos segundos puede ser digno de un baile.
La nota de cello termina justo cuando se miran a los ojos. Y empieza el verdadero baile. Ella sigue tan hermosa como cuando empezó la música y él esta dispuesto a no dejar ir lo que le costó tanto trabajo conseguir.
Él bailarín la mantiene cerca, demasiado cerca. Siente su aliento en el cuello casi al ritmo de la música. Un boleo, otro boleo, una sacada. Simplemente perfecto, simplemente preciso y errático. Como el cortejo que iniciaron minutos atrás.
El tango se acelera y también el baile. Van más rápido de lo que los sentidos pueden notar. De pronto él da un paso y ella vuela, solo para caer con la agilidad de una gacela y no haberse separado un solo centímetro de su pareja. La tanguera se deshace en cada movimiento y el bailarín se encarga de regenerarla y dirigirla para que ella pueda lucirse completamente. Para dejar que ella seduzca a la vida tal como lo sedujo a él.
Giros, pasos, arriba, abajo, cercanía, pasión. Y de pronto entran en un frenesí loco del cuál, parece, jamás lograrán salir cuando, en un instante absurdo, se escucha una nota grave de bandoneón y los labios de la tanguera quedan a milímetros de la boca del muchacho y el tiempo se congela.
Un aplauso atronador estalla desde el público, y tras unos segundos todo vuelve a la normalidad, aunque ahora nada es lo mismo. Ya paso un tango más por ellos.

domingo, 19 de febrero de 2012

Todo va a estar bien.


-No te preocupes - dijo ella - todo va a estar bien.
- ¡No, no va estar bien! ¡NO está bien!- contesté totalmente deshecho. Con el corazón destrozado. Fúrico.
- Confía en mí - dijo, y luego me sonrió - de verdad, todo va a estar bien.

Eso fue demasiado para mí...

-¡POR QUÉ DEMONIOS TODO EL MUNDO SIEMPRE DICE ESO!

- No lo digo cómo todos lo dicen - replicó un poco indignada, mientras su sonrisa se desvanecía lentamente.

- Bien - escupí las palabras - ... ¿entonces dime cuál es la diferencia entre como tú lo dices y cómo lo dice todo el mundo?

Se quedó calla por un momento. Luego, mirándome a los ojos, me dijo.

- La diferencia es esta: cuando yo digo que todo va a estar bien, en serio Creo que todo va a estar bien- Entonces su sonrisa regresó.




viernes, 20 de enero de 2012

Delirios mentales de un(a) escritor(a) al dar un regalo


Sí, lo sé. Sé que día es hoy. Entiendo lo que implica eso. Hoy es una ocasión importante para ti, de cierto modo también lo es para mí. Y esto es lo único que puedo darte.

Lo que tienes en tus manos no es cualquier cosa. Parece ser casi nada, pero al final descubrirás que es muy importante… ¿lo descubrirás verdad? Entenderás que lo hice por algo ¿cierto?... Confío en que sí, porque eres tú. Y nadie me entiende mejor ni más que tú, cuando menos en este aspecto. Por eso somos amigos ¿no? Porque nos entendemos bien.

Ambos sabemos perfectamente que lo que te estoy dando es una parte de mí. Un poco de mi mente, algo de mi talento, una pizca de mi conocimiento, mucho de mi alma y otro poco de mi corazón. ¡No lo desperdicies! Sé que es una libertad que me tomé; te quise sorprender. Estoy totalmente consciente de que podría no sólo no gustarte, sino que te podría molestar… pero eso ya no depende de mí, eso depende de ti.

Pero por eso te estoy regalando esto a ti, por qué sé que tu comprendes perfectamente lo que está en tus manos. Estoy segura de que sabes apreciarlo y disfrutar de su sabor letra por letra. También creo que entiendes el peso que tiene, y lo que está mucho más al fondo, oculto entre líneas.

Por último te pido que cuides de lo que te he dado, no me importa si el papel lo pierdes, si se te rompe, se te deshace o se quema, sólo es papel. Y… a fin de cuentas, los dos sabemos que no te di un mero papel ni sólo una carta, los dos sabemos que te regalé Palabras."


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